BLOQUE DE APRENDIZAJE 2



1. RESUMEN


                   PRINCIPIOS Y VALORES PERMANENTES EN LA DSI

La DSI tiene tres niveles que son resultado de su triple dimen­sión, teórica, his­tórica y prác­tica. Los princi­pios de refle­xión y valo­res, crite­rios de jui­cio, y nor­mas o directrices de ac­ción no tienen igual valor y jerarquía.

Ha señalado con autoridad, los "elementos constitutivos" de la DSI y su "triple dimensión teórica, histórica y práctica".

Pablo VI  indicará ya explícitamente los tres niveles: "principios de reflexión", "normas de juicio" y "directrices de acción",

Estos tres niveles de la enseñanza social implican por su propia naturaleza una diversidad y una jerarquía de valor y legitimación como doctrina de la Iglesia, en cuanto ligados a su carácter histórico y práctico o pastoral.

Sin embargo, entre los varios juicios, los que se refieren a los abusos contra la dignidad humana tienen gran autoridad, porque están unidos a los princi­pios y valores basados sobre la misma ley divina.




SIGNIFICADO GENERAL DE LOS PRINCIPIOS Y DE LOS VALO­RES
MORALES PERMANEN­TES EN LA DSI.

 

Era una aplicación al campo social, de un esquema habitual en los tratados tradicionales de Moral, donde se hablaba de principios o doctrinas fundamentales del orden moral.

Se refieren en un sentido bastante amplio, a los princi­pios, proposi­ciones o criterios doctrinales, en que se funda una visión cristiana sobre el hombre y la sociedad humana y que están en la base de la DSI e inspiran implícita o explíci­tamente, todos los documen­tos de la DSI.

Representan doctri­nas más generales sobre el hombre y la sociedad, tratan de señalar además una serie de factores o elementos, pertenecientes más específicamente al orden moral, a los que llama "valores fun­damentales inherentes a la dignidad de la persona humana.

Señalan sobre la necesidad de "un sólido encuadramiento filosófico-teológico", y sobre "el recurso a las ciencias positivas", dentro del "diálogo provechoso entre la ética social cristiana y las ciencias humanas".

 

El progreso científico y los adelantos técnicos enseñan cla­ramente que en los seres vivos y en las fuerzas de la naturale­za impera un orden maravilloso y que, al mismo tiempo, el hombre posee una intrínseca dignidad, por virtud de la cual puede descubrir ese orden y forjar los instrumentos adecuados para adueñarse de esas mismas fuerzas y ponerlas a su servicio,

 

Sin embargo, en lo más íntimo del ser humano, el Creador ha impreso un orden que la conciencia humana descubre y manda observar estrictamente" según la doctrina de S. Pablo. "La sociedad humana tiene que ser considerada como una realidad de orden principalmente espiritual", o como dice el texto original italiano: "el orden entre los seres humanos en la convivencia es de naturaleza moral". Por eso, se funda sobre la verdad, la justicia, el amor y la libertad, principios o valores morales, absolutos e inmutables.

El orden moral social, perte­nece al orden natural establecido por Dios, también en las rela­ciones entre los hombres y las sociedades humanas.

Según la GS. "es deber permanente de la Iglesia escrutar a fondo los signos de los tiem­pos e interpretarlos a la luz del Evangelio, de forma que acomo­dándose a cada generación, pueda la Iglesia responder a los peren­nes interrogantes de la Humanidad".

Este mundo se caracteriza por cambios profun­dos y acelerados en el orden social, con los consiguientes cambios psicológicos, morales y religiosos, en una sociedad que presenta al mismo tiempo, espe­ranzas y temores, contradicciones y desequilibrios, con nobles aspiraciones universales en todos los campos de la vida social, conduciendo todo ello a los interro­gantes más profundos del hombre que siempre permanecen.

Aludiendo a esta doble fundamentación: la naturaleza y la condición históri­ca, y encontraba en ella una plataforma común para un diálogo universal abierto a todos los hombres.

Estos principios y valores no han sido inventados por la moderna doctrina social. Pertenecen substancialmente al patrimo­nio tradicional del pensamiento cristiano, mucho más que otros capítulos de la Doctrina Social.

 

Este patrimonio doctrinal es necesa­rio para compren­der en su verdadero y más profundo signifi­cado el actual Magisterio social y en especial este capítulo sobre los princi­pios y valores.

 

A partir de León XIII, se realiza un progresivo y meritorio esfuerzo de actualización y enriquecimiento de este patrimonio secular incluso en el campo de los principios y valores.

Estos principios y valores, tienen al mismo tiempo un carác­ter teórico y práctico o normativo.

 

Su carácter es teórico, porque reco­gen conceptos y doctrinas que tratan de explicar teóricamente la realidad del hombre y de la sociedad, utilizando los análisis filosóficos y teológicos, y las fórmulas culturales que el pensa­miento cristiano ha utiliza­do y utiliza para expresar su visión del hombre y de la sociedad, clasificando progresivamente y adaptán­dola a los distintos momentos de la historia de la cultura y en particular al mundo de nuestros días. Pero tiene al mismo tiempo un carácter práctico y dinámico, pues intentan inspirar normas para la acción que sirvan de impulso y orienta­ción para la realización de un orden social, que sea lo más acorde posible con esa visión teórica cristiana.

Estos principios y valores se presentan como dotados de validez universal en lo que se refiere a su contenido fundamen­tal, sobre todo si expresan verdades de fe o elementos esenciales del orden moral natural, pero permiten luego variaciones diversas, en su formulación y sobre todo en las consecuencias derivadas y en las aplicaciones prácticas, que se deduzcan de esos principios.

Su valor universal quiere decir que son aplicables a todas las comunidades políticas aunque acepten diversas modalidades de aplicación en distintas circunstancias históricas y de acuerdo con la tradición y la idiosincrasia de cada pueblo.

Esa libertad fundada en la dignidad personal es susceptible de las más varias realizaciones jurídicas que reflejan diferencias fundadas en la tradición de un pueblo o en el grado de su desenvolvimiento cultural y que no contradi­cen la validez universal del principio.

 

En "la comunidad humana" del Catecismo, encontra­mos una síntesis de los principios fundamentales de la DSI, que se completa en la Segunda sección, los Mandamientos de la Ley de Dios, especialmen­te en del cuarto al octavo mandamiento.

Se consideran fundamentales los principios tocantes a la persona, al bien común, a la solidaridad y a la participación.












CÓMO EDUCAR DESDE LA FILOSOFÍA


Una educación dada desde la filosofía no es represiva ni deshumanizante, no busca formar hombres como eslabones de las cadenas de mercado sino seres que piensan la sociedad de una manera distinta, que cuestionan, contradicen y critican lo que se les da como establecido,  y a partir de este trabajo de reflexión luchan por la obtención de una sociedad vivible.

Zuleta ve en la educación la posibilidad de acceso al pensamiento y al saber por medio de la formación. Esta visión es contraria a la formación como proceso de entrenamiento que se presenta en el modelo de enseñanza actual.

La educación como formación implica que todos los temas que se vean en la escuela, colegio o universidad, sean abordados en forma filosófica, es decir, como procesos que deben pensarse y no como informaciones terminadas que deben ser guardadas en una memoria carente de toda interpretación.

Para hablar de una educación que abarca la universalidad desde la filosofía, Zuleta reconoce la importancia de la racionalidad del hombre a través de la crítica y la demostración, dos instancias que abren posibilidades de debate. Para Kant los ejercicios de debate permiten que el individuo descubra si sus teorías son válidas o no, aduciendo además que el hombre debe ser consecuente y reconocer las falencias de sus argumentos así como los aciertos en el otro.

 







VISIÓN DE ZULETA DEL HOMBRE DESDE EL PSICOANÁLISIS

 




De acuerdo a los estudios realizados por Zuleta sobre el psicoanálisis de Freud, en su afán por entender al ser humano en todas sus dimensiones, deduce que la sexualidad responde directamente a la identidad y que ésta a su vez ha sido construida por unas categorías sociales que no son propias del individuo sino impuestas por un orden moral.

El uso de la sexualidad como donación física tiene su verdad y alcanza su pleno significado cuando es expresión de la donación personal del hombre y de la mujer hasta la muerte.

Frente al concepto de felicidad, Zuleta aborda sus percepciones partiendo también del psicoanálisis, motivo por el cual ésta se circunscribe como un producto de la idealización, según Zuleta, “constituiría esa necesidad que tenemos los seres humanos de aspirar y anhelar vivir en medio de “imágenes perfectas”, que pretenden contener absolutamente los sentidos posibles de la existencia, sin que nos percatemos que en realidad son simples proyecciones desarticuladas de sus antecedentes, consecuencias y circunstancias.

 

 

¿QUÉ ABORDA ESTANISLAO ZULETA DESDE LA ANTROPOLOGÍA?

 





El desarrollo de Zuleta desde la antropología, tratar de reconocer al hombre de forma individual y colectiva, genera por tanto una visión bastante amplia de la sociedad.

Es importante resaltar que el afán de Estanislao Zuleta por entender al ser humano en todas sus dimensiones lo llevó a definirlo en su sentido filosófico, en su sentido social y en su aspecto cultural. De este modo, como estudio del hombre se refirió con particularidad sobre el lenguaje. Así, en esa misma dimensión simbólica encontramos también al otro, que en la comprensión de Zuleta abarca un todo. De esta manera, el otro es la ley, el lenguaje, las normas y demás.

Así pues, dado que para Zuleta el estudio del hombre es el centro y contrapone los Derechos Humanos, la libertad y la felicidad en función del mismo,  donde  las leyes deben  girar en torno a la construcción del ser humano, es claro que éste asume una posición garante en la que al hombre hay que darle la importancia.


 

UN CAMINO HACIA EL HUMANISMO

 



Una vez se han evaluado las características del ser humano en su sentido individual y colectivo, se abre paso al aporte que hace Zuleta al Humanismo social, donde se goza de elementos necesarios y decisivos para la construcción de ciudadanía desde la integralidad.

Zuleta depone la necesidad de optar por la perfección intelectual del ser humano a través de mecanismos que permitan al individuo cuestionarse, liberarse de sesgos cognitivos, interiorizar en el otro, construir colectivamente.

Adicional a ello, no es de negarse su inmensa preocupación por una sociedad abierta a oportunidades para el ser humano, bajo los valores de la justicia, la equidad, el respeto, la igualdad y la libertad, con el deseo de que se repliquen en instrumentos refutables todos los días para la dinámica del pensamiento.  Lo que considera una educación humanista, es una educación que permita y fomente el desarrollo de la persona, es decir, que las posibilidades de desarrollo del individuo estén relacionadas y determinadas por el mercado.

Dicha humanización es reconocida por la iglesia como la capacidad de comprender la dignidad, la justicia, la fraternidad y la libertad como condiciones del hombre y como aspectos posibilitadores de su acción, en tanto ser individual y ser social.

resulta aún más importante con el contexto socio-político colombiano, en que la situación de conflicto armado ha permeado cualquier intento de construcción de paz, situación que ha puesto en detrimento a la sociedad por medio de la violación sistemática de Derechos Humanos, la violencia institucionalizada, la pobreza y desigualdad.

Por ello, a través del trato con los demás, de la reciprocidad de servicios, del diálogo con los hermanos, la vida social engrandece al hombre en todas sus cualidades y le capacita para responder a su vocación.

Donde se resalta el engrandecimiento del hombre en vida social, que al estilo de Zuleta sería una pieza fundamental para involucrarse en el enfrentamiento de las situaciones que repercuten sobre la humanidad desde una formación política e integral.

 

 2. MAPA CONCEPTUAL

 


 3. POEMA




 

 

 

 

 

 

 


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